Posiblemente has experimentado el dolor de espalda en más de una ocasión y te preguntes si es algo normal o si eres el único que está pasando por eso.
Es super común que a todos nos duela la espalda alguna vez, pero, ¿cómo saber si el dolor de espalda es malo? Hay que conocer qué causa el dolor en la espalda baja, también conocido como dolor lumbar, lumbalgia o lumbago; determinar cómo saber si es dolor lumbar y qué hay que hacer cuando te duele la espalda.
¿Sabías que en todo el mundo, a más del 80% de la población le dolerá la espalda baja por lo menos una vez? Puede afectar a la población de todas las edades, tanto a hombres como a mujeres. Entonces es mucho más común de lo que pensabas. Existen múltiples factores que contribuyen a provocar un dolor de espalda bajo, vamos a ir describiéndolos poco a poco para que puedas comprender qué puede estar sucediendo en tu caso y si o no algo de qué preocuparte.
¿Qué es la lumbalgia?
La lumbalgia, lumbago o dolor lumbar es cualquier tipo de dolor que se encuentra en la zona de la espalda baja y cintura, desde la base de las costillas, hasta donde terminan los glúteos. Más del 80% de las personas del mundo tendrán dolor en esa zona en algún punto de su vida. El dolor puede ser leve y quitarse después de un periodo de descanso, puede ser fuerte y agudo como el que se produce en una lesión por un movimiento repentino o puede ser crónico; es decir, que dure mucho tiempo. En la mayor parte de los casos, el dolor lumbar desaparece de manera espontánea al igual que apareció.
El dolor que se encuentra en las zonas delimitadas en las imágenes se clasifica como dolor lumbar o lumbalgia.
En ocasiones el dolor de espalda resulta incapacitante, evitando que quien lo padece realice las actividades que solía hacer, incluida su producción económica. El impacto económico que esto conlleva, afecta al sector financiero y de seguridad social de muchos países. Además, no se diga de lo que conlleva para la economía familiar, especialmente si quien se encuentra incapacitado provee el sustento económico del hogar. Los grupos de edad más afectados son de 45-54 años y de 80-84 años, pero puede presentarse a cualquier edad.
El dolor lumbar conlleva una fuerte carga económica
¿Qué ocasiona el dolor lumbar?
El dolor en la zona lumbar es ocasionado en la mayoría de las ocasiones por un problema mecánico que ocasiona irritación de los tejidos de la zona. La zona baja de la espalda es el área en la que convergen las fuerzas corporales y la gravedad.
La evolución desde una posición cuadrúpeda (con cuatro puntos de apoyo - brazos y piernas) a una posición bípeda (de pie) ha conllevado que la fuerza de la gravedad (y la carga de peso que sentimos) se vaya concentrando cada vez más en la zona lumbar, justo como muestra la siguiente imagen.
Muestra de cómo la evolución a la bipedestación ha conducido a que la gravedad se concentre en la zona lumbar
Esto no quiere decir que para evitar la lumbalgia necesitemos andar a 4 patas por el mundo, simplemente es una forma de explicar uno de los factores que contribuyen a que esta zona sea propensa a recibir mayor carga, fatigarse y lesionarse si no le damos el manetenimiento adecuado.
Nuestro estilo de vida y las posturas que adoptamos van provocando que se acumule la carga en esa zona. Es así como médicamente se ha podido correlacionar el dolor lumbar con el desgaste de algunos tejidos, en la forma de hernias y protrusiones discales, espondilosis, micorcalcificaciones, etc.
Para comprender qué sucede en cada una, primero veamos cómo está formada nuestra espalda.
La columna está compuesta por vértebras, que son pequeños huesos apilados uno sobre otro.
Estos huesos están unidos entre sí con ligamentos, pero también tienen unos cojines de tejido conjuntivo que amortiguan la carga y permiten el movimiento de un hueso sobre otro.
La columna sirve para sostener el cuerpo, pero también para proteger a la médula espinal, que es la parte de nuestro sistema nervioso que lleva la información desde nuestro cerebro hacia todas las partes de nuestro cuerpo y viceversa.
La alineación de las vértebras depende de las tensiones que ejerzan los músculos de la espalda, abdomen y piernas. Además, la función de los órganos del abdomen tienen influencia sobre la zona, por su estrecha relación, por ejemplo, al inflamarse los intestinos por una congesión (estreñimiento) se distienden los músculos del abdomen y la espalda.
Los músculos dan soporte, mueven, estabilizan y protegen.
Como se puede apreciar en las imágenes, la zona lumbar está formada por muchas estructuras que se encuentran en estrecha relación. Por lo cual, alguna disfunsión de cualquiera de estas estructuras podría alterar el equilibrio de la zona lumbar y causar dolor.
Ahora explicaremos brevemente qué son y cómo se producen algunas de las causas más comunes de dolor lumbar:
Hernias de disco. Los discos intervertebrales se encargan de distribuir la presión entre una vértebra y otra, distribuyen la carga y contribuyen al movimiento de la columna. Están formados por un anillo fibroso y un núcleo pulposo; como si fueran un chocolate con relleno cremosito, si se aplasta demasiado, se sale el relleno. Eso mismo sucede en las hernias de disco. El detalle es que el relleno, generalmente empieza a comprimir una estructura que se encuentra cerca, generalmente una raíz nerviosa y eso provoca dolor, hormigueo, calambres y hasta falta de fuerza.
Protrusiones de disco. En las protrusiones sucede casi lo mismo que en las hernias, excepto que no se sale el relleno, simplemente se aplasta un poco y queda cargado hacia un lado.
Espondilosis. Es un desgaste articular entre las vértebras, lo cual reduce el espacio que existe entre ellas, por lo que se puede reducir su movilidad. Los discos intervertebrales se deshidratan y reducen su volumen, por lo que el espacio entre los huesos disminuye notablemente, pudiento incluso entrar en contacto un hueso con otro. Esto muchas veces se encuentra acompañado de microcalcificaciones o espolones; se deposita mayor cantidad de calcio en las orillas del hueso, por el contacto excesivo que ocurre entre un hueso y otro.
Cualquiera de las condiciones anteriores se pueden presentar con irradiación radicular o sin irradiación radicular, lo cual quiere decir que se está comprimiendo una raíz nerviosa que sale de entre las vértebras.
La mayoría de estos casos, sucede por un desbalance mecánico de las fuerzas que convergen en esa zona de la columna, lo cual va a causando el desgaste de las estructuras.
Sin embargo, no todo es malo, existen múltiples artículos científicos reportando que se tomaron estudios de imagen para ver cómo se encontraban los tejidos de personas que nunca han tenido dolor de espalda en su vida y aún así encontraron hernias, protrusiones, espondilosis, microcalcificaciones, etc. Lo que nos comprueba que es posible vivir con estos diagnósticos y NO padecer dolor lumbar.
Si no siempre duele, entonces, ¿que hace que a algunos les duela y a otros no? El dolor es uno de los procesos más complejos en el ser humano y aún no se sabe con certeza qué determina que algunas personas cursen con dolor y otras no, pero se han correlacionado algunos factores relacionados a los hábitos cotidianos y al estilo de vida, entre ellos:
Reducción de fuerza muscular y resistencia del tronco
Inadecuada condición física
Fumar
Depresión
Estrés psicológico, incluidos:
Falta de satisfacción laboral
Problemas conyugales
Dificultades financieras
Consumo excesivo de alcohol
Mala postura y fatiga incluyendo posiciones incómodas durante largos periodos o de manera recurrente
Largas jornadas de trabajo o trabajo pesado físicamente o que demande cargas de peso
Trauma acumulado en actividades dinámicas relacionadas a movimientos de flexión y rotación del tronco, carga física pesada, agacharse constantemente con cargas de peso o constante vibración de todo el cuerpo
Posiciones estáticas
Por esta razón, en el tratamiento es muy importante incluir modificaciones en los hábitos cotidianos y es muy importante la práctica de ejercicios suaves que mantengan el movimiento, contrarresten las tensiones que recibe esa parte del cuerpo y ayuden a aliviar el estrés, tanto físico como emocional.
Algunos consejos de hábitos saludables para cuidar tu espalda son:
Realizar respiraciones profundas y consientes
Practicar midfulness o algún tipo de meditación
Dormir de 6 - 8 horas al día y mantener higiene del sueño
Procurar un balance entre los periodos de actividad y descanso
Cambios posturales durante el día y la noche (evitar periodos prolongados en la misma posición)
Buscar que los ambientes personales y de trabajo sean armoniosos
Relaciones interpersonales sanas
Contacto con la naturaleza
Exposición a luz natural, especialmente en las mañanas
Alimentación balanceada y variada
Reducir toxicomanías (alcohol, cigarro, vaporizadores, drogas no prescritas)
Calzado confortable, con buen soporte
En Axoken contamos con un programa de ejercicios para mejorar la lumbalgia que puedes realizar en casa. Está diseñado para que puedan realizarlo incluso quienes llevan una vida sedentaria y no están acostumbrados a hacer ejercicio, ya que son ejercicios muy suaves y sencillos. Es una excelente forma de crear hábitos de cuidado para la columna. Lo puedes encontrar en el enlace a continuación:
O bien dando clic en el siguiente botón:
Referencias:
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